miércoles, 9 de noviembre de 2011

Kaunas, el placer de una ciudad desconocida

El camino de Vilnius a Kaunas un camino de bosques en otoño. Maravilloso.
Una ciudad sorprendente, por lo desconocida, por la acogedora, por no esperar nada de ella y encontrar un lugar hermoso, por no tener expectativas, por la autenticidad sin artificio de los edificios.
Comida. Que lugar¡¡¡ Zalias Ratas. Una casa de madera. Como una casa de campo. 

 Decorado como si fuera la casa de alguien, con una chimenea en medio que daba la sensación de hogar.
Tomé:
-          Sopa del día, hecha de tomate (exquisita)
-          Virtiniai su baravykais (una especie de raviolis rellenos de champiñones y setas)

Paseo por la calle principal construida entre las dos guerras europeas: Laisves Al.
De ahí al caso viejo por Kumeliy g. hasta la Catedral y luego hasta el río y a un parque increíble, Santazos Parkas,  formado por el triángulo de la unión de los ríos Neris y Nemunas.





 Los colores del Goldem Autom, como ellos dicen…y las vistas a la ciudad vieja y el castillo…son difíciles de describir.



La ciudad está llena de “street art”, con dibujos sorprendentes¡¡¡



Tomamos un café en Bernehu Uzeiga, otro de esos bares de madera, donde los camareros llevan trajes tradicionales y hay olor a hogar y a chimenea.



Me han llamado la atención los carteles de madera en las puertas de los baños en los dos locales que hemos visitado.

La puesta de sol frente al castillo nos despidió de la ciudad.

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