ESSAOUIRA (Marruecos)

Essaouira (Marruecos)

Exotismo, cultura, luz

Paseando por el metro de Madrid encuentro un anuncio que me recuerda uno de mis viajes, un sueño hecho realidad: Marruecos. Un país que hace que todos nuestros sentidos estén despiertos.

Una vez leí: “Marruecos, el más cercano de los grandes viajes”

Así lo siento y esta pequeña población costera , Essaouira, es una muestra. Marruecos mirando al mar.

A unas dos horas de Marrakech en la costa del Atlántico se encuentra este pueblecito de casas blancas, de puertas azules, de pescadores que muestran en su piel arrugada su sabiduría de vida.

Es un pueblo blanco y azul turquesa. Con puertas y ventanas azules en cada rincón, tiendas cuidadas, pequeños restaurantes, mucho arte ya que es un refugio de pintores y artistas,  turistas mezclados con lugareños…

¿Por qué ir?

-         Porque los paseos por la medina y sus plazas (la plaza del pescado, la de la alfarería…), son un placer para la vista.

-         Porque un paseo por la silueta de la ciudad cerca del puerto  en la puesta de sol, con las murallas tiñéndose de rosa, es algo que llega al alma.

-         Porque hay que disfrutar de la actividad del puerto, los pescadores arreglando sus barcas azules, los chiringuitos de pescado… 

-         Porque es una delicia pasear por sus largas playas desiertas y por las antiguas murallas portuguesas mirando al mar.

-          Porque son preciosas las puertas azules con grandes clavos y llamadores que nos muestran el interior de un lugar secreto.

-         Porque existen alojamientos “especiales”. De esos que hay que ir una vez en la vida. Uno de ellos: Les terrasses de Essaouira. http://www.les-terrasses-essaouira.com/

Un Riad con olor a jazmín, con un patio interior maravilloso y una azotea  en la que desayunar mirando al mar, a los tejados de la ciudad. Una azotea blanca con azulejos amarillos y grandes tinajas verdes.

El cielo está azul y el sol luce con fuerza.

¿Qué más se le puede pedir a la vida?